Pudo haber sido el mejor boxeador de la historia, pero asesinó a su esposa. De 27 peleas como boxeador, ganó todas por nocaut, llegando a tener el récord histórico de ser el único boxeador campeón mundial en retirarse invicto con todas sus victorias por nocaut. Incluso se planeaba una pelea con Manny Paquíao. El 17 de abril de 2010, Valero llegó junto a su esposa a un hotel alrededor de las 11:30 p. m. donde permanecieron conversando tranquilamente en el vestíbulo. Luego subieron a la habitación que se les había asignado. Sin embargo, en la madrugada, el boxeador bajó a recepción para informar de los violentos hechos en la habitación.



Edwin Valero
 

Edwin Antonio Valero Vivas, nació el 3 de diciembre de 1981 en Bolero Alto, Estado de Mérida, en Venezuela. Hijo de Eloísa Vivas, quien se desempeñaba como ama de casa, y Domingo Valero, un chofer de camiones. El matrimonio tuvo cinco hijos. Su padre a menudo se iba de la casa y no volvía por días, hasta que finalmente, cuando Edwin tenía siete años, los abandonó. Esto le afectó demasiado, así que su madre y Edwin se hicieron cargo de la casa. Edwin creció en una familia con pobreza y desestructurada.

Posteriormente, su madre sostuvo una relación con otra pareja y tuvo otros tres hijos. A Edwin nunca le gustó estudiar, así que a los 11 años abandonó la escuela, a pesar de que su madre le decía que tenía que ser alguien en la vida. Una tarde de 1992, Valero se encontraba trabajando repartiendo ajos en los domicilios y, por casualidad, pasó por un gimnasio llamado "Morochito Rodríguez", que llevaba ese nombre en honor al boxeador venezolano Francisco "Morochito" Rodríguez, quien obtuvo una medalla de oro en los Juegos Olímpicos México 1968. Valero se quedó maravillado viendo cómo golpeaban los sacos.
 
 
Eloisa Vivas, madre de Edwin Valero
 
 

 

Guillermo Valero, padre de Edwin Valero


 
Francisco «Morochito» Rodríguez, campeon olimpico de boxeo venezolano que inspiro a Edwin Valero



El entrenador Óscar Ortega lo vio y le dijo que si quería subirse al ring. Él le dijo que sí, pero que estaba trabajando y tenía miedo de que le robaran su bolsa de ajos. Así que el entrenador le dijo que acudiera al siguiente día a las 2 de la tarde con un pantalón corto y calzado deportivo. Y así fue: el joven llegó a la hora pactada, y el entrenador observó las cualidades del muchacho. Vio que tenía determinación y disciplina, a pesar de que su familia no estaba de acuerdo con que practicara ese deporte. Desde el principio, entrenó sin parar. No desperdiciaba ni un segundo en el gimnasio. Hacía todo lo que el entrenador Ortega le pedía sin titubear: golpear y golpear hasta cansarse.

Cada vez se hacía más fuerte. El entrenador empezó a notar que sus golpes eran muy potentes; no parecían los de un jovencito de 12 años. Eran golpes de lucha, de hambre, de ganas de salir adelante. Cuando cumplió 13 años, le pidió permiso al entrenador de quedarse a dormir en el gimnasio. Él accedió, pues veía que Valero era un muchacho pobre. Por algunos días, había dormido en las calles del gimnasio. Así fue la infancia de Edwin Valero: rodeado de guantes de boxeo, un ring y sacos de golpear, soñando algún día ser un campeón mundial. Entrenaba más allá de sus capacidades y tenía una resistencia brutal. Pero el joven empezó a meterse en problemas: comenzó a beber y a consumir drogas, incluso a robar, ya que se juntaba con personas de mala reputación.


Edwin Valero en el ring
 
 
Edwin Valero en el ring
 
 
Edwin Valero en el ring
 

Edwin Valero en el ring 
 
 
Comenzó a boxear como amateur, logrando 92 combates, de los cuales ganó 86 (45 por nocaut) y perdió solo en seis ocasiones. Hasta que en 1998 se convierte en campeón centroamericano y del Caribe. Es entonces que conoce a Yenifer Carolina Víera, quien se convertiría años más adelante en su esposa, ya que una tía de Carolina vivía a un lado del gimnasio. Fue amor a primera vista, y todo se dio gracias a que la hermana de Carolina cumplió sus 15 años y necesitaba a alguien para completar el baile. Sin embargo, sus padres nunca estuvieron de acuerdo con la relación, ya que lo veían como un joven sin futuro.

El 5 de febrero del año 2001, la pesadilla de este boxeador tendría sus inicios. Edwin iba en una motocicleta sin casco y a exceso de velocidad para auxiliar a su padre, quien se había accidentado en un carro muy viejo que tenía. Pero Valero nunca llegó con su padre debido a que chocó contra un carro y salió disparado, y su cabeza impactó contra la acera de la avenida. El resultado fue una fractura de cráneo y presentó una lesión cerebral. Se le formó un coágulo de sangre en la cabeza que luego fue removido, y el informe médico indicó que el cráneo hizo contacto con los nervios cerebrales, por lo que sus reflejos no iban a ser tan rápidos como para seguir boxeando normalmente. Todos pensaron que la carrera de Valero como boxeador había terminado.
 
 
Yenifer Finol y Edwin Valero, ambos parejas y con hijos
 
 
Yenifer Finol, pareja de Edwin Valero
 
 
Yenifer Finol y Edwin Valero, ambos parejas y con hijos

 
Edwin estuvo hospitalizado tres meses en la ciudad de Mérida, y Yenifer siempre estuvo con él. Desde que se conocieron, estuvieron juntos; eran inseparables y ambos se amaban demasiado. Nadie se imaginó que esta historia de amor terminaría trágicamente. El 17 de enero de 2002, Edwin volvió al ring a pesar de que le dijeron que nunca más iba a volver a pelear. A pesar de los pronósticos, terminó noqueando a su rival y calló la boca de muchos que no creían en él. El 30 de junio de 2012, un año y cuatro meses después del accidente, Yenifer Carolina dio a luz a su primer hijo a la edad de 15 años. Sin embargo, no podía casarse sin el consentimiento de sus padres. Sus progenitores, ya resignados, aceptaron la unión, y el 8 de octubre de ese mismo año se convirtió legalmente en su esposa.

Entonces, empezó a pelear como profesional y rápidamente destacó por su velocidad y agresividad arriba del ring. Se le conocía como "El Inca", debido a que cuando dio sus primeros pasos en el boxeo, lo patrocinó una peña hípica llamada "El Inca" y salió con ese nombre escrito en su pantalón. Parecía que su carrera iba por buen camino, ya que era un boxeador muy talentoso y, hasta el momento, había noqueado a todos sus oponentes en los primeros asaltos, incluso tiene un record mundial e histórico siendo el ÚNICO boxeador campeón mundial en retirarse invicto con todas sus victorias por nocaut. "El Inca Valero" se escuchaba por todo el país. Pero poco a poco, los excesos le fueron cobrando factura, y su comportamiento se volvió cada vez peor. 


Yenifer Finol y Edwin Valero, ambos parejas en su matrimonio y con hijos

 
La carrera de Edwin Valero fue en ascenso y empezó a tener mucho éxito, defendiendo su título en cuatro ocasiones y saliendo victorioso. Sus peleas generaban millones de dólares, y eso lo impulsaba a hacer cada vez mejor. Incluso se tatuó en su pecho la bandera de Venezuela con el rostro de Hugo Chávez, y ese gesto, lo llevó a tener gran influencia en el gobierno venezolano, pues se hicieron muy buenos amigos. Valero era caballeroso, respetuoso, amigable y educado, pero cuando tomaba, era violento y agresivo. La única que lo conocía en realidad era su esposa. Su familia comenzó a notar un cambio extraño en su actitud, por eso no dudaron en preguntarle si estaba consumiendo alguna sustancia estupefaciente. Su comportamiento fue cambiando con el pasar de los días, y fue un cambio muy notable. Su familia trató de ayudarlo, pero él se distanció de ellos. 


 
  Edwin Valero con el tatuaje de la bandera de Venezuela y del expresidente Hugo Chavez

 

 Edwin Valero y el expresidente de Venezuela, Hugo Chavez



Luego de varios intentos por arreglar la situación, Yenifer Carolina Víera intentó quitarse la vida. Luego del intento fallido, ella y Edwin decidieron rehabilitarse en una clínica en Caracas. Los especialistas les recetaron pastillas e inyecciones, pero Edwin no realizó al pie de la letra el tratamiento, y días después volvió a lo mismo. El 25 de marzo de 2010, amenazó al personal médico del Hospital Universitario de Los Andes en la ciudad de Mérida, debido a que atendían a su esposa, quien había ingresado al hospital con hematomas en el cuerpo y un neumotórax, así como la perforación en un pulmón producto de una costilla rota. aparentemente, la mujer había caído accidentalmente desde una altura de 3 metros cuando subió a revisar el tanque de la casa porque, según ella, no estaba cayendo agua. Luego, se acostó a dormir, pero no soportaba el dolor en la espalda. 
 
 

Yenifer Finol y Edwin Valero, ambos parejas casadas y con hijos



Por esa misma molestia, la despertó y alertó a la familia, así que la llevaron al hospital. Sin embargo, los médicos se dieron cuenta que había recibido un golpe, y ella lo aceptó. Recién internada, por su parte, una doctora del hospital dio difusión a la noticia, y Valero amenazó con golpear al personal médico si la noticia se filtraba hasta los medios de comunicación. Luego amenazó a su esposa, y todos los presentes se dieron cuenta. Luego de esta amenaza, se produjo su arresto. Tres días después, se ordenó medida de aprehensión en situación de flagrancia contra Edwin Valero. El juez igualmente impuso medidas de protección a Yenifer Carolina: el boxeador no se le podía acercar, perseguirla o acosarla; no podía acercarse al hospital mientras su esposa estuviese recluida en el mismo. Además, el juez pidió protección para los trabajadores del hospital.

Así mismo, el juez solicitó a Valero que se internara en el Hospital San Juan de Dios para cumplir un ciclo de rehabilitación, ya que pudieron darse cuenta de su adicción. Y así ocurrió hasta el 5 de abril, ya que una vez que su esposa salió del hospital, negó que éste la hubiese maltratado y le reclamó a los fiscales. Por lo que el 8 de abril de 2010 quedó en libertad bajo fianza, y se le pidió acudir cada 90 días al tribunal. El 16 de abril de 2010, Edwin y su esposa salieron de Mérida hacia el estado de Vargas en Venezuela, ya que, después de hablar acerca de su relación, tomaron la decisión de que el boxeador acudiría a Cuba a rehabilitarse. Sin embargo, en el trayecto, Valero observó que un auto lo venía siguiendo desde que salió de su estado natal.

 

 
Edwin Valero en el ring
 
 
Edwin Valero en el ring
 
 
Edwin Valero en el ring
 
 
Al ver un control de la Guardia Nacional, le pidió a uno de los funcionarios que lo ayudaran porque según él, querían asesinarlo, y llamó a un amigo para que éste le prestara custodia militar hasta llegar a su destino. Pero el superior le aconsejó que se quedara en Valencia esa noche, ya que era tarde y lo mejor era descansar. Además, Valero venía tomando vodka durante el recorrido, así que pensó que era la mejor opción. El 17 de abril de 2010, Edwin Valero llegó junto a su esposa al Hotel Intercontinental Valencia en Carabobo, Venezuela, a eso de las 11:30 de la noche, y se le vio conversando con ella tranquilamente en el vestíbulo del hotel.

Al querer pagar la habitación, sacó un fajo de dólares y, como no tenía bolívares, fue a cambiar algunos y regresó para saldar el servicio, no sin antes decirle al personal que revisara minuciosamente la recámara antes de entrar, ya que quería estar seguro de que nadie le hubiera seguido hasta ahí. A pesar de que él mismo la revisó, pidió en recepción otro dormitorio, uno en el que no hubiese tanto ruido. Así que lo hospedaron en el cuarto 624. La noche transcurrió con normalidad; no se reportaron eventos extraños o algún altercado. Pero a las 5:30 de la mañana, Edwin Valero se acercó a la recepción descalzo y le informó a los trabajadores que en la habitación estaba su esposa muerta. No se le veía asustado ni violento, y en un principio no le creyeron hasta que alguien acudió para verificar lo que estaba diciendo. 
 
 
Valencia, Estado Carabobo en Venezuela donde ocurrio el asesinato de Yenifer Finol perpetrado por Edwin Valero
 
 
Hotel Intercontinental en Valencia, Estado Carabobo en Venezuela donde ocurrio el asesinato de Yenifer Finol perpetrado por Edwin Valero

 
Le dijo al personal que la había asesinado. Al ver a la mujer, la seguridad del hotel llamó inmediatamente a la policía del estado de Carabobo, quien se hizo presente luego de algunos minutos para arrestar al boxeador. Él esperó tranquilamente a que las autoridades llegaran. Al ingresar al dormitorio, no se encontró un desorden que indicara alguna riña. Sin embargo, encontraron a la esposa de Valero, Yenifer Carolina Víera, de 24 años y madre de dos de sus hijos, en posición decúbito dorsal sobre la alfombra en color Beish, con las extremidades superiores e inferiores extendidas y pegadas al cuerpo, con los pies cruzados. Su cabeza ladeada hacia la derecha dejaba ver tres heridas producidas por un arma blanca en su cuello.

Con una blusa en color café recogida por arriba del ombligo y con los pantalones en mezclilla desabrochados y sin calcetines. A un lado de su cuerpo se lograban ver dos manchas hemáticas en la alfombra, así como latas y botellas de cerveza y una botella de agua mineral. Sobre la cama matrimonial se encontraban las sábanas y almohadas manchadas de sangre, y debajo de un sillón pequeño se encontraban unas sábanas ensangrentadas, así como una toalla blanca en el baño recién lavada. Cabe destacar que no encontraron ningún arma blanca o algo parecido que haya provocado las heridas. Una vez que terminaron con la intervención del lugar, su cuerpo fue trasladado a la morgue del estado de Carabobo para realizar la necropsia de ley. 
 

Morgue del Estado Carabobo donde fueron llevados los cadaveres de Yenifer Finol y Edwin Valero
 
 
Edwin Valero, siendo detenido por la policia del Estado Carabobo 
 
 
Por otra parte, Edwin Valero llamó a la casa de sus suegros, les informó que su hija había perdido la vida a manos de unos sicarios que los estaban persiguiendo y colgó. Cuando se le preguntó si quería que llamaran a alguien, él dijo que con su familia no se encontraba bien, que lo mejor era que llamaran a su Mánayer, Segundo Lujano. En su primera declaración, mencionó que esa noche se quedó dormido al lado de su esposa, ya que había tomado mucho y consumido drogas. Cuando despertó, estaba lleno de sangre y con el cuerpo de su mujer al lado. No recuerda nada y simplemente piensa que ha terminado con su esposa, así que baja y comunica lo que ha hecho sin saber si en realidad fue él.

Además, dijo a la policía que recuerda que lo venían siguiendo desde que salió de Mérida, así que probablemente alguien había entrado a la habitación y había cometido el hecho. Sin embargo, se encontraron muchas contradicciones en el interrogatorio. Ya por la tarde, el Mánayer de Valero llegó a la estación de policía y habló con él. Éste le mostró su preocupación por sus hijos y le pidió a su Mánayer que recuperara la maleta de dinero que estaba a manos de la policía, la cual ascendía a una cantidad de 92 mil dólares. Todo transcurrió con normalidad aquella noche, pero cerca de la 1:30 de la madrugada del día 19 de abril de 2010, un recluso que se encontraba cerca de la celda de Edwin escuchó ruidos al interior de su celda y les dijo a los oficiales que algo pasaba con Valero.

Inmediatamente se acercaron y, al observar, vieron el cuerpo del boxeador colgando de unos jeans azul oscuro, sin prendas, únicamente con unos calcetines en color gris. Fue bajado al momento y tenía los ojos abiertos y algo blanco se le veía de su boca semi cerrada. Era una foto de su esposa e hijas. Su cuerpo fue trasladado a la morgue a las 4 de la mañana. Cuando se le notificó a su familia, éstos acudieron a la morgue. Las autoridades dictaminaron que Edwin, falleció por asfixia mecánica.
 
 
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