Estos videos, captados por el
sistema de vigilancia de una universidad en México, revelan al alumno Norberto
Ronquillo Hernández abandonando la universidad para dirigirse a su hogar. Sin
embargo, nunca pudo llegar a su destino. A partir de ese instante, se inició
una búsqueda desesperada por localizarlo, pero, desgraciadamente, apareció sin
vida. El suceso tomó un rumbo trágico que acabó con las ilusiones de sus seres
queridos y estremeció a todo un país al enterarse de que la exnovia de
Norberto, quien había llorado en su velorio, era su asesina.
Norberto Ronquillo Hernández
nació en 1997 en Meoqui, una localidad de Chihuahua, en México. Fue uno de los
dos hijos de Norelia Hernández y Norberto Ronquillo. La infancia de Norberto y
su hermano Aarón, transcurrió con normalidad en su ciudad natal. Sin embargo,
la hasta entonces tranquila dinámica familiar dio un giro en 2009, cuando sus
padres decidieron divorciarse. Luego de la separación, ambos quedaron bajo el
cuidado de su madre, y después de la ruptura, ella y su exesposo se
distanciaron. Eso sí, el hombre siguió presente en la vida de sus hijos. Para
ese entonces, Norberto tenía 12 años y, pese a su corta edad, asumió con gran
madurez la nueva realidad de su familia, convirtiéndose en un gran apoyo tanto
para su hermano como para su madre.
Si bien la madre de Norberto
tenía un título de trabajadora social, ella, siguiendo una tradición familiar,
se había dedicado al negocio culinario. Con este medio de sustento, sacó
adelante a sus hijos, quienes se destacaron desde muy pequeños por ser
estudiosos y disciplinados. Al final, se convirtieron en una familia de tres
muy unida, y tomaban en conjunto las decisiones que afectarían su futuro. Fue
así como, en 2014, al acercarse al momento en el que los hermanos debían
ingresar a la universidad, se mudaron a Chihuahua, ya que la capital del estado
les ofrecía mejores oportunidades de estudio que Meoqui. Norberto quería cursar
la carrera de mercadotecnia internacional, que no se dictaba en un instituto de
Monterrey. Pese a que, en su nuevo hogar, Norelia había retomado su negocio de
banquetes, ella no estaba en condiciones de costear los gastos de matrícula y
estadía para una persona. Así que el joven continuó su búsqueda y descubrió que
la carrera también estaba disponible en la Universidad del Pedregal, en la
Ciudad de México. En la capital vivía una de sus tías maternas junto a su
esposo y un hijo, por lo que él le pidió a su madre que hablara con ella para
explorar la posibilidad de que pudieran recibirlo allí mientras él estudiaba.
La madre de Norberto le planteó
la situación a su hermana, quien gustosamente aceptó tener a Norberto mientras
estudiaba, a coste cero. Con esto, él ya había resuelto el tema del hospedaje.
Ahora bien, tenía que ver cómo pagar la matrícula de la universidad. Era su
mayor sueño graduarse, así que no dejaría que nada se lo impidiera. Al final,
por sus buenas calificaciones, en la Universidad del Pedregal a Norberto le
dieron una beca completa, por lo cual ya tenía prácticamente todo cubierto. Se
podía ir a la Ciudad de México a perseguir sus sueños.
La separación de la familia fue
un poco dura. Él era muy unido a su madre y a su hermano, entonces dejarlos
realmente le afectó. Pero él sabía que tenía que salir para poder perseguir sus
sueños e ilusiones. Una vez en la Ciudad de México, a él le fue muy bien en la
universidad. Era muy conocido por todos, ya que prestaba su rostro para hacer
algunas campañas publicitarias del centro de estudios, por lo cual no era una
figura ajena para nadie. Además, con su tía se llevaba muy bien. La mujer decía
que Norberto siempre se había comportado como un joven muy tranquilo. Además de
eso, su madre le había inculcado valores cristianos, y decían que él seguía
muchísimo la religión y también todos los preceptos del buen comportamiento. En
la universidad, tenía muchos amigos, y al final de cuentas, la vida le iba
demasiado bien.
Así las cosas, Norberto también
tenía tiempo para hacer una vida sentimental. En 2016, comenzó a salir con una
chica llamada Yuritzi Martínez Senovio, a quien todos llamaban Yuri, y como nos
referiremos a ella en este video. Tenían la misma edad, y según se sabe, era
hija de un oficial militar. Algunas fuentes aseguran que la relación solo duró
cuatro meses, pero eso fue tiempo suficiente para que Yuri conociera todo sobre
la vida de Norberto. Sabía que había llegado desde Chihuahua, que su madre
tenía un restaurante y que, en la capital, vivía con sus tíos y un primo
llamado Oswaldo. Además, ellos tenían bodegas en la Central de Abastos.
No está del todo claro el motivo
de la ruptura, y tampoco se conocen las razones por las que Yuri abandonó los
estudios. Lo cierto es que, luego de esta relación, Norberto continuó adelante
con su vida, y tiempo después, en la universidad, conoció a una chica llamada
Jennifer Rosenfeld, con quien inició una nueva relación sentimental. Ya era el
año 2019, y con 22 años, Norberto parecía tener un futuro resplandeciente por
delante. Ya estaba a punto de culminar su carrera, tenía una familia que lo
amaba, una relación estable, y daba por sentado que pronto se presentaría una
oferta laboral, la que él tanto soñaba.
En ese tiempo, su rutina era como
la de cualquier chico de su edad: asistía a clases, se iba a casa de sus tíos,
y en su tiempo libre, salía con su novia o con sus amigos. Y siempre encontraba
el momento para hablar con su madre y su hermano. Ellos hablaban prácticamente
todos los días, y Norberto siempre dijo que admiraba profundamente a su madre y
trataba de honrar la solidaridad que ella le había inculcado desde pequeños.
Norberto siempre era uno de los primeros en dar un paso al frente cuando se
presentaba alguna catástrofe o evento que afectara a la comunidad. Y pese a que
era muy querido por todos, Norberto jamás imaginó que un asunto no resuelto de
su pasado volvería de forma inesperada a su vida, y que además le arrebataría
de golpe todos sus sueños y dejaría a su familia completamente desconsolada.
Con estos antecedentes, llegamos
al martes 4 de junio del año 2019, cuando apenas faltaban dos días para recibir
su título de licenciado en mercadotecnia internacional. Norberto estaba
atareado con sus últimas clases y la entrega de los proyectos finales. Ese día
pasó con total normalidad, tanto para Norberto como para su familia. Él realizó
sus actividades diarias, y a las 8:30 de la noche tenía su última actividad en
la universidad: tenía que hacer una presentación. Antes de entrar a hacer esta
presentación, decidió hablar con su madre unos minutos, así que le hizo una
llamada. La llamada fue muy corta, ya que tanto su madre como su hermano habían
ido juntos al cine y estaban a punto de entrar a la sala para ver la película.
Madre e hijo solo intercambiaron un par de palabras. Ella le explicó la situación
a Norberto, y él le dijo que todo estaba bien, que hablarían más tarde. Luego
de despedirse afectuosamente, como siempre lo hacían, la llamada terminó. La
mujer no sabía que esa sería la última comunicación que tendría con su hijo.
El 4 de junio de 2019, Norberto
Ronquillo Hernández, un joven estudiante de mercadotecnia internacional en la
Universidad del Pedregal en la Ciudad de México, desapareció después de salir
de la universidad alrededor de las 9:30 p.m. Minutos después, sus tíos recibieron
una llamada de su teléfono, pero no era Norberto al otro lado, sino un hombre
que exigía un rescate de 5 millones de pesos (aproximadamente 260,000 dólares)
por su liberación. Aunque la familia negoció y redujo la cantidad a 1 millón de
pesos (es decir 52,631 dólares), Norberto nunca fue liberado. Durante las
llamadas, la tía de Norberto escuchó su voz pidiendo ayuda, pero no pudo
entender más debido a los gritos de los captores.
Las autoridades iniciaron una investigación, pero los familiares pidieron que no intervinieran directamente por temor a poner en riesgo la vida de Norberto. El primo de Norberto entregó el rescate en un autolavado, pero el joven nunca apareció. Horas después, encontraron el automóvil de Norberto abandonado, pero las autoridades permitieron que su primo se lo llevara, lo que fue criticado por no preservar posibles pruebas. El 8 de junio, el cuerpo de Norberto fue encontrado en un paraje solitario, con signos de violencia y asfixia. La confirmación de su identidad se hizo mediante pruebas de ADN. La noticia de su muerte conmocionó a la comunidad universitaria, y sus compañeros organizaron protestas y campañas en redes sociales para exigir justicia. La madre de Norberto, Norelia, expresó su dolor en una rueda de prensa, describiendo a su hijo como un joven especial que no merecía tal destino.
La investigación reveló que la
exnovia de Norberto, Yuritzi Martínez Senovio (Yuri), había orquestado el
secuestro, supuestamente porque Norberto le debía dinero. Yuri, junto con
varios cómplices, planeó el crimen. Entre los detenidos estaban José Manuel
Puebla León ("El Ovni"), Óscar Muñoz González, José Fernando Becerra
Vera ("El Lagarto") y Elvia Ortega Arenas ("La Bruja"),
quien facilitó su casa para el cautiverio y realizó rituales de brujería.
Daniel Benítez, dueño del vehículo usado en el secuestro, fue absuelto por
falta de pruebas.
El juicio, lleno de demoras,
concluyó en diciembre de 2024 con la condena de los cuatro principales acusados
a 140 años de prisión, aunque la pena máxima en México es de 70 años. Yuri, la
autora intelectual, sigue prófuga, y se cree que podría estar escondida en
Centroamérica. La familia de Norberto continúa buscando justicia, mientras el
caso sigue conmocionando a México.